sábado, 23 de diciembre de 2006

NO SOY UNA MANCHA DE RORSCHACH


Mírame. No soy una mancha de Rorschach pero deja pasar siete segundos y la parte de tu cerebro que se encarga de expender etiquetas ya habrá establecido sus primeras asociaciones e impresiones sobre mí, esenciales e irreversibles.

Deja pasar siete días y mírame. No sabes quien soy. No sabes quien soy. Hablas conmigo, me escuchas, pero no sabes quien soy. Por favor, no leas las decenas de etiquetas que tu cerebro ha pegado sobre la fotografía en color de mi cara. Estoy debajo de todas ellas, en realidad no estoy tan lejos, sólo tienes que buscar un poco.

Deja pasar siete meses. No sabes quien soy. No sabes quien soy. No sabes quien soy. Estoy a tu lado. Estoy delante de tí. Hace meses y meses que dejaste de poner etiquetas sobre mi. No sabes quien soy. Quítame toda esa mierda de encima, no sabes quien soy.

Deja pasar siete años. No sabes quien soy. Sigo de pie, delante de ti. Sigo de pie delante de ti. Pero no me ves. Sólo ves lo que quieres ver. No sabes quien soy. No me ves como soy, sino como eres. Pero sigo ahí debajo, sigo estando ahí. No sabes quien soy.

Quizá ya sea tarde para las presentaciones.

No hay comentarios: